Ensayo sobre la Libertad
Ensayo sobre la libertad en los protagonistas de:
"El Barón rampante"
"Desgracia"
"Pepita Jiménez"
"Sí pienso que debo escribir un libro, todos los problemas de cómo ese libro debe ser y de cómo no debe ser me bloquean y me impiden proseguir."
Ítalo Calvino
¿Qué escriben?
Empecemos por J. Maxwell Coetzee.
La primera palabra del libro es el título: "Disgrace", que significa deshonra, vergüenza... Aquí se ha traducido como "desgracia". Pero Coetzee no es alguien que ponga su título a la ligera. Maneja las palabras con un estilo perfecto. Las busca y rebusca hasta dar con ellas, las elige, las afila, las aguza y las dispone estratégicamente para que tú (llegado este momento me permito tutearla) te las claves, en el ojo, en el corazón o donde sea.
Coetzee habla sobre la soledad, el envejecimiento, la humillación, la vergüenza. Sobre Sudáfrica, sobre el deseo, sobre la mentira y -desde mi punto de vista- sobre la libertad. ¿Hasta qué punto es libre un hombre abandonado a su suerte en un medio hostil?
El individuo sujeto a las condiciones y los conflictos políticos y sociales de su tiempo, y atrapado en las redes de su propio afán de libertad. Y esto lo digo porque David Lurie estaba divorciado, abandonado a los pocos placeres que le otorga la libertad y a su propia persona. David Lurie se deja morir. Como un perro moribundo. La emancipación masculina, la búsqueda incansable de la libertad individual, el enfrentamiento con la vejez, los celos, el poder del erotismo y la contundencia de la muerte. ¿Acaso todo esto no esta presente en "Pepita Jiménez" y "El Barón Rampante"?
Es posible que Don Luís no se enfrente con la vejez -de momento- pero si con la contundencia de la muerte. Puede que el estar abocado a una destrucción total cuyo origen y sentido no se puede interpretar es algo que a Don Luís no se le pasara nunca por la cabeza hasta que un día oyera hablar de Gregor Samsa. ¿Y Cósimo Piovasco barón de Rondó? ¿Existe un acto de rebeldía mayor que el crear un mundo, una sociedad (arbórea) y ‘pasar’ de todo lo preestablecido?
El Barón rampante es un libro que habla sobre la libertad, sobre el modo que este ser que llamamos humano tiene de adaptarse a la sociedad y sus normas. O no. Como hizo Don Luís.
La falta de libertad en el caso de Don Luís venia impuesta por su tío, quien quería hacer de él un sacerdote. En el caso de Cósimo era aún más estranguladora la situación. Una asfixia familiar. ¿Quién no la ha vivido? Que le pregunten a Gregor Samsa. En el caso de David Lurie la impotencia, la exclusión y la pérdida de todas las libertades se hacen visibles en su entorno, su contexto, su vida. En mi opinión cuando la hija de David Lurie decide "convivir" con su enemigo es una metáfora de la sociedad africana. De la más absoluta falta de libertad.
Para entender a Don Luís, sólo hay que conocer a su padre: Juan Valera Partiendo del modelo de la historia de las mentalidades se estudia la obra novelesca del escritor español Juan Valera. La presencia de una mentalidad clásica y conservadora, en contradicción con la actitud liberal del autor político, se termina sustentando anclada en los conflictos políticos y sociales de la España decimonónica. Escritor perteneciente al "realismo español". Y curiosamente leo en Internet sobre Coetzee que es el escritor del nuevo realismo.
«Todos, absolutamente todos, sentimos en nuestros corazones la necesidad de ser libres; pero ¿quién de nosotros podría decir qué es la libertad exactamente?», le pregunta Susan Barton a Foe.
Y a mí me gustaría saber que respondería el autor de esta pregunta. Lo más parecido que he encontrado ha sido esto:
"No soy un heraldo social o algo por el estilo, soy alguien íntimamente ligado al concepto de libertad (como lo está cualquier prisionero encadenado) y construyo representaciones de gente abandonando sus cadenas y girando su rostro hacia la luz." The guardian, 2000
¿Acaso esta J. M. Coetzee encadenado? ¿Lo estaba J. Valera o Ítalo Calvino? Lo están entonces sus representaciones, sus protagonistas, los personajes de sus libros. ¿Y cómo abandona uno sus cadenas y gira su rostro hacia la luz si se es una cucaracha de la noche a la mañana?
Coetzee dijo muy breve en su discurso cuando le entregaron el premio:
"Mi voz está en mis libros. No siempre hablo de mí, creo que ni yo lo sé. Pero si quieren preguntarme algo, es decir, saber algo mas de mí, allí me tienen, en mis obras...".
¿Y no eras tú quien nos repetía una y otra vez, que si el autor nos quiere decir algo, más vale que lo haya dejado patente en el texto? Pues yo comento estos libros, sin haber estudiado las biografías de ninguno de sus autores. Seguramente sería más fácil, y sacaría más hilos sueltos donde urdir este trabajo. Pero me agarro a la soga de la libertad. Y yo no soy libre, ni se donde esta la luz hacia donde girar mi rostro y ni siquiera puedo colgarme del techo para respirar con mayor libertad.
"Un espectro anda al acecho entre nosotros y sólo unos pocos lo han visto con claridad."
Eric Fromm.
A este fantasma le voy a llamar libertad y yo seré el lugar de sus apariciones. Estas apariciones surgen del pensamiento multidimensional. No me voy a poner a discutir sobre si un perro o un gato las tiene. Porque no leen.
Yo (Iván Luengo) cuando mi profesora (Mar Paúl) dice tenéis que leer 4 libros de la siguiente lista, o los que queráis si yo los apruebo; podéis elegir con total libertad. Como lector ‘inexperto’ y alumno incauto me dispongo a leer sin pensar primero en lo perjudicial que esto puede suponer para mi conciencia.
"El acceso por primera vez a un texto la mayor de las veces es por inducción, o por azar, de modo que es un acto escasamente libre; la opción de la relectura, en cambio, es un acto iluminado por la libertad."
¿Por eso relees? ¿Estas iluminada por la libertad?
[La capacidad de la literatura para dominar el tiempo y el espacio. No se habla de física sino de filosofía de la física, del pensamiento que trasciende las barreras del tiempo y del espacio concebidas como tales. Se habla de cómo expresar una larga historia en un corto texto, en un párrafo, en una frase, en una pintura, en un poema. Arte puro: el arte de transformar el universo con el poder de las ideas. Capacidad de análisis y de síntesis que se pretende lograr a través del pensamiento multidimensional. ]
"La actitud multidimensional pretende volver a tomar en cuenta esos detalles olvidados en el tiempo y el espacio; entablar una relación que fortalezca al ser humano y reafirme su verdadera identidad; lograr consistencia entre el pensamiento y el modo de vivir." Esto es –para mí- la libertad. La armonía entre el pensamiento y el acto. Y eso es lo que veo en común en los libros que me he "lanzado" a comentar. Veo "anarmonizaciones" (ahora que sé lo que es un "moteca" puedo inventarme la palabra anarmonización") desequilibrios entre pensamiento y acto. Yo creo que uno puede llegar a obrar de manera distinta a como piensa durante toda la vida y necesitar setenta y cinco años -los setenta y cinco años de su vida minuto a minuto, - para llegar a ese instante y darse cuenta. En Cambio vivir pensando de manera distinta a como se obra es una tortura. Pues se es consciente cada uno de esos minutos, y la única luz hacia la que girar el rostro es la muerte. Pues el verdadero infierno en este caso es la vida. Y sino que se lo digan a Pedro Páramo. "Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno…"
«El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos; aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos; buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio »
Ítalo Calvino
David Lurie habría optado por la primera opción de no sufrirlo. Mientras que Don Luís y Cósimo hubieran escogido la segunda.
"En la lengua, pues servilismo, y poder se confunde ineluctablemente. Si se llama libertad no sólo a la capacidad de sustraerse al poder, sino también y sobre todo a la de no someter a nadie, entonces no puede haber libertad sino fuera del lenguaje" (Barthes, p.p 122).
Ya que vengo hablando de mi amigo Gregor Samsa –este año no he parado de hacer amigos-, ¿de qué otra manera se despierta de una pesadilla semejante? ¿Volviéndose a dormir? Seguramente durmiendo para siempre…
El aspecto de la muerte en el caso de David Lurie es tremendo. La metáfora –en libro entero es una metáfora- de la perrera es genial si se quiere hablar de vida y libertad, o mejor aún de muerte y no libertad.
En el caso de Don Luís no hay porque suicidarse (aunque habría que ver que hacía si le enclaustraban en un remoto templo). Pero la muerte se aparece cuando Don Luís le echa en cara a Dios el quinto mandamiento, tras la pelea del casino.
Pero no hablo de ese tipo de muerte. Hablo de algo mucho peor. Hablo de pudrirse vivo. Hablo de los testículos infectados y colmados de gusanos del macho cabrío de "desgracia", del perro pachón de Cósimo, de la manzana en la espalda de Gregor, de los hongos en la tripa del coronel, de los ciegos del ala norte; de Nelson Farina tumbado en el chinchorro, de la muerte constante más allá del amor.
Era mi despedida de este mundo,la primera vez que me moría.Eugenio Montejo
Si algo atemoriza más al ser humano que la muerte, es la vejez. Pero no la vejez rodeada de gente y familiares. La vejez como desgaste imparable, como condena a la soledad, a la humillación, a la locura, a la tristeza. Y parece ser que este tipo de vejez es el que ‘se lleva’ ahora. La vejez de los asilos. La falta, no ya de respeto, sino de interés por los ancianos. El rechazo –el salivazo en la mejilla- desde la altanera juventud.
De esto y mucho más escribe Coetzee. Calvino nos hace intuirlo (el envejecimiento de Cósimo no es tan sumamente rancio) y Valera ni lo nombra.
A Cesare Pavese
Salir una mañana de la casa sin tomar el café, sin decir nada, sin besar ni a la esposa ni a los hijos. Salir e irse perdiendo por las calles, tomar aquel tranvía, recorrer el jardín sin ver que el sol va colgando sus soles diminutos de la rama del árbol. Recorrer el jardín sin ver que un niño nos está contemplando, sin ver las cabelleras rubias, morenas, pálidas...
Pasar cargando una sonrisa muerta con la boca cerrada hasta hacer daño.
Entrar en los hoteles, hallar uno silencioso y lejano, tenderse entre las sábanas lavadas y sin decir palabra, sin abrir la ventana para que el sol no meta su esperanza apretar el gatillo.
He dicho nada. Ni el sol, ni la flor que nos dieron las muchachas.
Hugo Gutierrez Vega
¿Para quién escriben?
Tal vez los autores de estos libros, tenían algo en común: todos buscaban al "gran lector", al devorador de literatura. A eso que aprendimos a llamar lector ideal. Calvino dice:
"De los lectores espero que lean en mis libros algo que yo no sabía, pero puedo esperármelo sólo de los que esperan leer algo que ellos no sabían".Leer una novela no debe ser un acto pasivo, por el contrario, debe ser un ejercicio intelectual en el cual se establezca un pacto lector-autor que permita el surgimiento de hipótesis de sentido que vayan mucho más allá de un elemental trabajo de seguimiento de una historia construida de ficción, de comprensión de las palabras y las frases que componen el texto.
Diversos sociólogos afirman que un escritor que no es conocido, debe hacerse la pregunta: ¿Para quién escribo? En función de sus necesidades económicas.
Yo creo que la esencia de la literatura es escribir para ser leído.
Y creo también (y es sólo una opinión), que estos autores escribieron para ser entendidos por aquellos que ellos querían que les entendiesen. Para aquellos que no irían a comprobar donde están los colmillos dorados del mamut. Para aquellos que no se mirarán impávidos al espejo tras la lectura. Escribieron para su lector ideal. Y para nadie más.
Como lo hizo Cervantes.
Iván Luengo
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